(23, Humacao, PR) cuida a una paciente de Alzheimer, en Mabú, un pequeño barrio de Humacao. Desde hace semanas vive confinada a ella y relata la dureza de la cuarentena. “Da mucho miedo a lo que estamos expuestas.
Queryan , que ha trabajado durante un años en casa de la Sra Olmeda como enfermera, señala que su empleo se ha vuelto mucho más duro durante el confinamiento. Pasar muchas horas al día en la casa de la señora de -80 años y que está postrada en una cama y a la que cuida todo los dias la obliga a realizar un esfuerzo extra. “Entrarla y sacarla de la cama, bañandola, preparer sus alimentos, dándole de comer, entreteniéndola, estando muy pendiente de ella, y extremando las medidas de higiene”, cuenta esta empleada del hogar a lo que se dedica diariamente, el uso de la mascarilla se esta hacindo muy dificil su uso ya en muchas ocaciones le causa a la paciente estado de ansiedada, pero ella entiende lo importante que esel uso de la misma. También se siente muy cansada porque las horas largas y practicamente sin dias libres. Aunque su motividad es brindarle un buen cuido a su paciente a la que le tiene mucho cariño.